Reserva 08-09

Hoy hablaré de dos discos tremendos, de esos que pasan desapercibidos en la primera escucha, y ganan y ganan matices a lo largo de las semanas, de los meses, hasta hacerse imprescindibles las últimas semanas.

Cuando escuché por primera vez Sintética de Nudozurdo no me pareció nada. Ni bueno ni malo, otro más.
Fue a raíz de un concierto de los madrileños junto a Triángulo de Amor Bizarro y Los Punsetes cuando volví a interesarme por ellos.

Ahora, casi 7 meses después se han convertido en el grupo nacional más escuchado en mis estadísticas musicales. El grupo liderado por Leo Mateos posee uno de los directos más abrumadores a nivel nacional, atmósfera de guitarras, un bajo potentísimo y una voz de lo más personal y desgarradora, en un cruce imposible entre the Cure y El Columpio Asesino, que hizo del cuarteto uno de los triunfadores nacionales en el último FIB Heineken.


Canciones como Mil Espejos, Negativo, Ganar o Perder, Kamikaze, Otra vez o la tremendísima El Hijo de Dios hacen que el boca a boca con este grupo avance a un ritmo vertiginoso. Al tiempo.


Otro disco que lleva unos meses circulando, en el que cada canción es mi favorita un día distinto de la semana, es el Hombre Lobo de Eels. Casi nada el discazo que se saca de la manga Mr.E, con un compendio de canciones de amor que van desde el rock'n'roll americano hasta el folkie más pausado.


Prizefighter, el hit potencial que podrían firmar los mismos Strokes que es Begginers Luck , el single Fresh Blood, hasta las emocionantísimas All the Beautiful Things y That Look you gave that guy lo convierten desde ya en uno de mis candidatos a discos favoritos del año.